viernes, 29 de octubre de 2010

Mindfulness

Últimamente estoy algo estresada y tengo el blog un poco abandonado. Fundamentalmente es por temas laborales y también algún tema que otro personal (líos familiares básicamente). Pero no quiero hablar de ello. Y mucho menos de trabajo (me he prometido a mí misma no hablar en absoluto de trabajo en este blog, eso esta vetado). Mi tema de hoy va a ser el estrés y qué se puede hacer para sobrellevarlo mejor.

Hace algún tiempo leí en un libro sobre una técnica bastante novedosa llamada mindfulness, o "atención plena" que consiste en algo así como vivir únicamente el momento presente, centrarse en lo que sientes, lo que ves en cada momento, aceptando las sensaciones tal cual vienen, el malestar tal y como se manifiestan, sin preocuparse más allá, sin juzgar, sin luchar. Concentrarse de forma activa en el momento presente. La técnica tiene bastantes reminiscencias del budismo.

Parece fácil ¿verdad? O eso podemos pensar cuando estamos tranquilos, relajados o haciendo algo con lo que disfrutamos. Lo difícil es ponerla en práctica cuando estamos estresados, o en situaciones de presión, o se nos acumula la "faena", los pequeños problemas de la vida, los contratiempos. Y es que no somos conscientes de la ansiedad y hasta qué punto nos afecta y de cómo los factores externos llegan a controlarnos y mantenernos en una situación de constante estrés. Y eso a la larga tiene consecuencias. En mi caso lo somatizo de ciertas maneras que tengo muy claras, y soy perfectamente consciente de cuándo he sostenido mi nivel de estrés más allá de lo tolerable durante demasiado tiempo, porque mi cuerpo al final se "queja".

Pero bueno, volviendo al mindfulness, como estos días mi cuerpo se me ha venido quejando, he decidido intentar ponerla en práctica: "no te estreses ni te enojes", "no pienses en lo que tienes que hacer después, ni en las otras preocupaciones", "céntrate en lo que estás haciendo, pon toda tu atención", "no luches contra tu malestar, acéptalo y sigue con tu actividad", "presta toda tu atención a la persona con la que estés hablando, escúchala, o se plenamente consciente de las cosas que estás haciendo o viendo, no te distraigas con pensamientos que no tienen que ver con el momento presente", "pon tu atención en las personas, las cosas que ves por la calle, no estés preocupada en lo que tienes que hacer después, o en lo que te pasó hace un rato y te hizo sentir mal".

Reconozco que es harto difícil conseguir vivir así en todo momento. Pero es verdad que en las escasas ocasiones que he conseguido seguir estas máximas, he sentido como me relajaba, me sentía mejor y ponía los problemas y demandas acuciantes en otra perspectiva muy diferente. Supongo que, como todo, será cuestión de práctica. Pero la técnica me parece muy interesante, por la simplicidad del concepto. En esta sociedad uno de los problemas que tenemos es que vivimos demasiado preocupados por el futuro, ya no lejano, sino también inmediato: nos pasamos el día haciendo planes, planes para las vacaciones, planes para mañana, planes para esta tarde... y también preocupados, preocupados por lo que haré el año que viene, por lo que tengo que hacer en el trabajo, por ese problema que todavía no puedo solucionar, por los recados que tengo que hacer, las tareas pendientes... y con todo eso en la cabeza ¿cuándo vivimos en realidad? ¿qué pasa con ese tiempo, el "ahora", que es lo único real?

En fin, reconozco que la entrada me ha quedado muy psicológico-filosófica. Pero es lo que mi cuerpo y mi mente me pedían AHORA escribir :) Aquí dejo enlaces a algún artículo sobre el mindfulness, para quien le interese probar a sumergirse en la experiencia y alcanzar su Zen.

http://medina-psicologia.ugr.es/cienciacognitiva/?p=127
http://www.papelesdelpsicologo.es/vernumero.asp?id=1340

viernes, 8 de octubre de 2010

La infidelidad

En mi entrada sobre los celos ya avisé de que la infidelidad da para hablar largo y tendido ... Así que heme aquí, pues hoy he tenido conocimiento de una historia de infidelidad bastante clásica, pero que no por eso me deja de piedra y empiezo a pensar si algún día conseguiré comprender del todo la naturaleza humana...
El caso es que una amiga me cuenta que una amiga suya acaba de enterarse de que su novio de un año y pico está liado con otra (y se ve que no es desde ayer, sino que llevan varios meses...).

El tío se lo ha montado muy bien: entre semana trabaja y queda con ella por las noches y el fin de semana se va a su pueblo porque quiere ver a la familia y es muy "hogareño" ... y claro, casi nunca la lleva a ella con él ¿por qué será? No hace falta ser muy avispado. El negocio es redondo, porque a la otra le dirá que si entre semana está muy cansado, o estresado o que si la abuela fuma y que solamente quiere quedar los fines de semana... En fin, hasta aquí el típico lío bígamo que a muchos tíos les encanta y les pone, y además les deja la conciencia muy tranquila porque "está muy bien hecho" y "no es culpa mía, yo quiero mucho a mi novia pero es que no lo puedo evitar". Para mí los mecanismos que operan en el cerebro de ese "macho alfa" son muy simples: el egoísmo en estado puro, el mirar solo por el disfrute particular de uno mismo, el desapego, el hedonismo y la falta de respeto y compromiso con una persona que te quiere y seguramente no te haría eso e incluso te lo llegaría a perdonar, y una buena dosis de cara dura y cinismo a partes iguales: "mientras no se entere no pasa nada, no sufre"(lo malo es que esta vez se ha enterado) ... Tal vez una relación que no marcha bien y me aburro pero no la dejo "porque estoy muy cómodo".

El funcionamiento del cerebro de la media naranja del interfecto (porque no merece otro calificativo) me parece más interesante y fascinante. Y es que esta chica tiene un problema grave: no está enfadada, ni furiosa, ¡ni parece celosa! -¿veis como los celos a veces no son tan malos? y en este caso están justificados- solamente le preocupa que él se enfade y la relación se malogre si le dice que lo sabe todo. Lleva varios días pensando qué hacer: si decírselo, no decírselo, hacer como si no pasase nada a ver si se cansa y deja a la otra ... parece que dejar esa relación tan destructiva no entra en sus planes.

Desde fuera se ve todo muy simple: "lo que tienes que hacer es dejarlo y punto, ese tío es un geta y no te quiere". Es de esas cosas que todo pitote ve tan claras, menos el que se encuentra envuelto en el embrollo. A mí no me ha pasado, o... bueno sí, cuando tenía 14 años me enteré de que mi noviete hacía un mes o así me la pegaba con otra en su pueblo, entonces le di una buena hostia y le dije "ahí te quedas" -mi jefe dice que soy muy "vehemente" y tal vez tenga razón, jeje. Quiero pensar que ahora también sería capaz de hacer algo parecido... En el pasado ya fui capaz de dejar una relación de 6 años porque al final me di cuenta de que había excesivo egoísmo en la otra parte y no me trataban como era debido -y no había cuernos ni nada grave de por medio, que si llega a haberlos no creo que hubiera llegado tan lejos en esa relación. Aunque reconozco que a veces se necesita tiempo, y pasar por confrontamientos varios, para tomar perspectiva desde dentro de la relación.

Bueno, volviendo al tema, la cosa es que encima de que te la están dando con queso a ti lo único que te preocupa es "que no se enfade, que no me deje, que deje a la otra..." en realidad el problema es una muy baja autoestima como persona, muy poco quererse a uno mismo, porque lo que te estás diciendo es "no merezco nada mejor", "si se va me quedaré sola, nadie me querrá", y una enorme dependencia del individuo en cuestión. Seguramente durante ese tiempo el tipo se ha hecho fuerte en la relación, ganando terreno poco a poco: "yo y mis circunstancias", "yo no quiero pasar más fines de semana contigo", "yo necesito ir al pueblo", "yo necesito esto", "yo decido aquello" ... "yo, yo y yo, y después también yo" ¿y dónde está el "nosotros"? Cuando se ha querido dar cuenta, esta chica ha visto como su "yo" ha desaparecido del mapa... De ahí a "yo necesito tener ligues para satisfacer mi ego machito" hay un solo paso ... al maltrato hay otro -no estoy diciendo que los infieles sean maltratadores ni muchísimo, no tiene nada que ver, pero es otra forma en la que se manifiesta el fenómeno del egoísmo y de ponerse por encima de la otra persona.

Y lo peor de la infidelidad no es el hecho en sí mismo: es la incertidumbre y desconfianza que se van haciendo fuertes "¿cómo fiarme de él, si ya me lo ha hecho una vez?". Una persona no puede vivir constantemente en ese estado de tensión y ansiedad, eso a la larga tiene un precio y se paga, y muy caro ... puedes perdonar una vez, dos, pero ... ¿cuántas más podrás? ¿y podrás soportar las dudas que te asalten siempre que no esté a tu lado? Pregúntatelo muy seriamente antes de seguir adelante con una relación marcada por la infidelidad... yo lo haría.

Conozco algunos casos de personas que se destruyen y se reconstruyen con las relaciones en función de los gustos de su pareja. Se olvidan de quiénes son -o eran- de sus gustos, sus intereses, e incluso sus amigos. Se centran en la otra persona, sus intereses, necesidades y apetencias, olvidándose de que el amor bien entendido empieza por uno mismo. Este es otro tipo de egoísmo un egoísmo saludable -el otro es un egoísmo interesado "pisoteador", que traspasa las barreras del respecto y el amor por la otra persona. ¿Cómo vas a querer a alguien si no te quieres a ti mismo ni un poquito? Eso es imposible, y cualquiera que diga lo contrario y piense que debe tolerar cualquier cosa de la otra parte contratante, porque es más valiosa, es que vive en una pseudo-relación de pareja muy poco saludable y probablemente auto destructiva y está perdiendo la gran ocasión de conocer algo mejor. Y cuanto antes tome conciencia de ello, mucho mejor para su felicidad y su salud mental y física en general.
Free counter and web stats