Fevissela es una chica-mujer (o adulta-adolescente, como una personita muy querida me llamó una vez), que ha decidido empezar a escribir este blog en una de esas mini-crisis existencialistas que todos tenemos alguna vez. El cesto es muy grande, por si acaso, porque no sé muy bien todavía qué pensamientos y experiencias compartiré aquí, aunque pretendo escribir sobre todo aquello que me conmueva, me impresione, o me lleve a reflexión.
domingo, 5 de septiembre de 2010
La regia León
Estos días atrás he tenido la oportunidad de conocer León, por gentileza de J. Confesaré que únicamente sabía de la catedral y el parador de San Marcos, y que era una ciudad de tapitas muy ricas por lo que J. me había comentado. Pero en la ciudad me aguardaban otras muchas gratas sorpresas...
Una de las primeras fue descubrir los soprendentes murales del ayuntamiento, pintados por un tal Vela Zanetti. Resultó ser un leonés de adopción, nacido en un pueblecito de Burgos. Tanto me gustaron los murales que mi solícito guía me llevó inmediatamente a ver los cuadros y murales expuestos en la fundación que lleva su nombre. Sin ser yo ni aficionada, ni mucho menos entendida en pintura, quedé muy impresionada por la enorme expresividad de sus pinturas.
León es una de esas grandes desconocidas, ciudad antaño plagada de condes, caballeros e hidalgos de rancio abolengo, todos con su palacio más o menos lujoso y su escudo de armas, y algunos con más hambre que otros, pero eso sí: siempre bravos, dignos y luchadores. Y si no que se lo pregunten a las seis serpientes que salen del cesto de los Guzmanes, advirtiendo a sus enemigos de su suerte si se les ocurría atacarles ... Y como contraste al palacio de los Guzmanes, justo al lado el modernista Gaudí dejó también su impronta con la casa Botines, y su San Jordi (o Jorge) y su dragón.
La ciudad respira historia toda ella. Aunque pueda parecer lo contrario, no es el animal quien da nombre a la ciudad, sino más bien al revés. Curiosa costumbre esa que tenían antaño de acuñar como insignia un animal cuyo nombre tuviera un sonido parecido al de la ciudad, como "dragón" en el caso de "Aragón". León se deriva de la evolución de la palabra "Legio" (por la Legio VII, campamento romano ubicado donde ahora descansa la ciudad, dicen que acaban de descubrir incluso una Legio VI ...). Vamos, que la ciudad es mayor de edad: tiene unos 2.000 añitos, más o menos (para que luego otros hablen de su "hecho histórico diferencial").
Después tuvieron reyes cristianos para dar y regalar: multitud de Urracas y Alfonsos varios (hasta 9 tuvieron) y alguna Sancha que otra ... ahora lo que queda de ellos se encuentra en el panteón de los reyes en San Isidoro. Gracias a las hordas de bárbaros de un tal Napoleón sus ordenadas e inmaculadas tumbas quedaron transformadas en cuadras y abrevaderos, sus huesos esparcidos, revueltos y remezclados, y ahora es misión imposible saber quién era quién (aunque dicen haber identificado a dos de ellos, pero yo me pregunto cómo lo han conseguido, porque hasta donde yo sé los reyes de entonces no se sacaban muestras de ADN ni células madre para ahora poder contrastarlas... en fin misterios de la ciencia). Pero lo que sí sobrevivió a la guerra de la independencia fueron los frescos románicos del panteón, con su color original y dignos de contemplarse, sobre todo acompañados de una buena explicación de la guía, como fue el caso.
No, no me he olvidado de la catedral estilo Notre-Damme, sus monumentales vidrieras (probablemente de las más grandes que he visto), y su ángulo-tipo para la foto panorámica donde todo fotógrafo profesional y amateur quiere colocarse ;)
León tiene de todo, pues: muralla, catedral, palacios y hasta su plaza mayor con ayuntamiento de mentiras y bares inmutables al paso del tiempo como el casa Benito, con las mismas jarras de barro y bancos de madera de hace medio siglo (y con precios que recuerdan esa época, lo cual se agradece)
Y no hablemos de paisajes. Aunque pueden no ser los más bonitos, los páramos pletóricos de trigo a mí me encantan. Es como estar en una especie de océano amarillo, o en el desierto. Será que soy de sitio más bien montañoso que aquello de las planicies inmensas me encanta. Pero también tienen montaña para escalar. Y ríos que se pierden en hoces escarpadas. Y hasta cuevas misteriosas donde crecen fantasmas, hadas y vírgenes con niños, y que pretenden ser aquella gruta donde Julio Verne dio rienda suelta a su imaginación al querer viajar hasta el centro de la tierra ... menos mal que nosotros volvimos a salir a la luz, pese a que teníamos un guía de lo más optimista, como ese rubito paisano suyo que sale en "Desafío extremo". Estuvo muy bien, aunque fuera la visita "normal" y no la "especial" ;)
Pero lo mejor de todo llega al caer la noche, la ciudad ofreciendo la verdadera personalidad y gustos de los leoneses: salir, y comer, y beber, y reirse. Como Dios manda. Esos vinitos, esos cortos (y algún butano de vez en cuando, para no caer en redondo). Ese sabroso picadillo, tan "ligerito" no apto para novatos preocupados por una posible mala relación mucha bebida-poca comida. Pero bueno, por si te has quedado con hambre, todo ello lo puedes rebajar muy bien al día siguiente con un frugal piscolabis en esas bodegas auténticas excavadas en la montaña donde ahora además de vino puedes encontrarte con un chuletón, un entrecot o unas modestas "chuletitas".
En fin, me despedí muy satisfecha de la ciudad, diciendo adios también a mi vasco-leonés favorito. Hasta el dios fumeta que guardaba una de sus puertas me dijo adios con cierta pena, me pareció. O tal vez hasta luego.
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Me has dejado mis palabras, has puesto todas las anécdotas y datos del viaje... ¡ Ni que hubieses tomado notas en cada excursión, ja, ja !
ResponderEliminarDesde luego yo no hubiese hecho un resumen mejor del viaje... Sólo he hechado en falta una mención a la etapa "Spa relajante" del viaje, je je.
Bueno, me alegro de que te haya gustado, aunque sólo has tenido una visión parcial del "Viejo Reino", en otra ocasión no puedes perderte:
- las Médulas (las minas de oro de los romanos),
- Astorga (la "Asturica Augusta" de los romanos),
- Zamora (que no cayó en una hora),
- y Salamanca, cuya Universidad (entonces llamada "Estudios Generales")fundó en 1215 el penúltimo rey leonés, Alfonso IX...
Como ves, tienes que volver...
Es verdad! El Balneápolis... remanso de paz en la gran urbe de León.
ResponderEliminarY ya veo que todavía quedan muchas cosas más por conocer ...